Angel Malvicino fue un luchador. Nació el 20 de mayo de 1921 en Crespo, Entre Ríos. José, su padre, fue ferroviario desde los 12 años, mecánico de máquinas, maquinista y jefe en la Estación Urquiza. Fue fundador del Círculo Católico de Obreros y de la poderosa Unión Ferroviaria de Paraná. De allí habrá sacado esa vocación emprendora y luchadora, porque contaba siempre don Angel que cuando formó una de sus exitosas empresas, lo hizo sentado en una lata de aceite. Fue atleta, nadador, boxeador y remero. Precisamente, participó en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948 y consiguió la medalla de bronce. Eran tiempos en que Angel vivía en Buenos Aires, almorzando en una casilla junto a marineros y a la noche tomando mate cocido en una piecita alquilada, donde debía colgar su ropa de entrenamiento que lavaba todos los días. En Inglaterra, corrió en la famosa cancha de Henley, en doble, con 47 participantes, ubicándose quinto y logrando la medalla de bronce (entonces, del tercero al quinto conseguían esa presea). Malvicino conoció en Paraná al gran amor de su vida, a la “Chola” Peralta, una mujer excepcional que lo acompañó hasta el último suspiro de vida. Malvicino tuvo muchísimas distinciones, entre ellas la de ciudadano ilustre. Pero sin dudas que hubo una que lo engalanó: la de ser presidente del Club Atlético Unión, la gran pasión de su vida. Participó de numerosas entidades intermedias, fue socio fundador de Osde, del Club de Campo El Paso, trajo la televisión por cable a Santa Fe, creando Cablevideo S.A. pero siguió colaborando con Unión desde afuera, hasta que el club lo reclamó en 1995 para formar parte de la comisión de notables que se hizo cargo de un club que no tenía luz, agua, ni jugadores. Al año, daba la vuelta olímpica. Malvicino murió el 2 de Junio de 2008, a los 87 años.